jueves, 1 de agosto de 2013

Capitulo 2: distrito 4 (Valeria)

Atención!! EL CAPITULO dos ES DES DE EL PUNTO DE VISTA DE ALGUIEN MUY IMPORTANTE EN LA HISTORIA:

Valeria, la nieta de Snow, dejo de daros la lata:
-Se fuerte- me dice samanta.
-Puedes hacerlo- me dice mi padre
-Confió en ti- me dice mi madre
-No vuelvas- me dice mi hermano mellizo- Tu puedes- acaba diciéndome.
Todos me dan ánimos , pero no los escucho, cierro los ojos y me imagino a Finnick a mi lado, me dice:
-Recuerda enana, lo difícil se logra, lo imposible se intenta, ademas, si no lo intentas, como sabrás si es imposible?- así es el, así ERA el, eso es la muerte, transforma un es en un era, noto como se me llenan los ojos de lagrimas, pero como no quiero que me vean llorar, subo al aerodeslizador, me llevara al distrito 4, donde, durante una semana, estaré sola, rodeada de desconocidos, entrenándome para los juegos que me condenan por tener el apellido que tengo, en casa de Annie Cresta.
Me siento en el primer sitio que pillo, cierro los ojos y expulso los  recuerdos como me enseño Samanta, aunque a Finnick no le gustaba que lo hiciera, decía que así te olvidabas de la gente a la que una vez quisiste y ahora, simplemente, ya no están, Fuera! (Finnick me dice que sea valiente) Fuera! (Finnick me enseña a nadar) Fuera! así me lo quito de la cabeza, así me quedo dormida.
El olor a Finnick me llega, me levanto, ya estoy en el distrito 4, la primera y única vez que vine estaba con Finnick, ahora estoy sola.
-Buenos días- me dice Annie
-Ho..hola- tartamudeo, debo parecer estúpida  a medio metro tengo a la persona a la que tanto quería Finnick.
-Bien, primero comeremos- dice dándome la mano para ayudarme a levantarme-  debes estar hambrienta- la verdad, no me había dado cuenta de que me empezaban a rugir las tripas, solo soy capaz de asentir.
Cuando llegamos a su casa, me doy cuenta de que es la de Finnick, pues claro, no se que me sorprende, se casaron, antes de que Finn muriera por aquellos apestosos mutos, desde ese día  no soporte el olor de mi abuelo, pero cuando el murió,  pude ver como todo mi mundo se derrumbaba, me pase una semana en mi habitación, intentando llorar, sin ser capaz de derramar una simple lagrima...
De comer hay sardinas con patatas fritas.
-Bien- me dice Annie mientras comemos- primero dejare que te instales, tu habitación, es la del fondo del pasillo a la derecha- ella no lo sabe, pero en una ocasión ya estuve aquí.
-Vale, gracias- digo con un hilo de voz- puedo hacerte una pregunta?
-Ya lo has hecho- ambas reímos-  adelante- me acaba diciendo aun entre risas.
-Porque lo haces?- ella parece perdida- entrenarme para los juegos, deberías detestarme por tener el apellido que tengo- ella me mira con una sonrisa triste- como todos- murmuro.
Entonces se oyen unos llantos, parecidos a los de un bebé.
-Perdón- me dice, se levanta y sube al piso de arriba.
Cuando baja, le pregunto:
-Que era?
-Mi hijo- me quedo sorprendida, no tenia ni idea,  debería callarme pero no puedo evitar la siguiente pregunta:
-También de Finnick?- parece que el comentario no la molesta, sino que la alivia, ella asiente.
-Ves ha instalarte.- me dice, y lo hago.


No hay comentarios:

Publicar un comentario